Ignacio Fernández Candela es columnista en El Correo de España, columnista sociopolítico de El Imparcial, columnista en El diario de Cádiz, DiarioAlicante.es y Rambla Libre entre otros. Aparte es Novelista, ensayista, poeta, crítico literario, y pintor artístico de carácter profesional.

Padecemos un causal engaño global de Satanás en este pulso del Bien contra el Mal, en el que la Humanidad está abocada a despertar para escapar del yugo de un infierno terreno y conjunto de viles demonios, pagados de sí mismos para destruir gratuita y arbitrariamente la libre existencia de miles de millones de engañados.
La rebelión contra tanto Mal es obligada, empezando por lo que nos toca, con este desgobierno criminal que además de asesinar protocolariamente a nuestros padres, aboca a la ruina con justificaciones sanitarias falseadas, siendo la ruina y el liberticidio los planes principales de una gestión propia de diablos sin moral ni conciencia. Por cierto que la impunidad del canalla Salvador Illa-el miserable, presunto criminal, que negoció fraudulenta y sectariamente con las mascarillas, usando el ministerio para aumentar la indefensión de las víctimas-, pierde el aforamiento al presentarse como candidato del PSC y abandonar su cargo ministerial. Ocasión para imputarlo y sacarlo de la manada criminal que con ayuda de una justicia corrupta mantiene la impunidad. Dicho y hecho, ANVAC se ha querellado.
España debe despertar frente a la carroña que la destruye y en cada país urge el conocimiento de la verdad que nos hará libres, empezando por una desobediencia civil antes de que los perjuicios sean irremediables.
Llega la tercera ola, dicen, y a algún payaso del circo infernal se le ha olvidado escenificar en las televisiones terroristas la perentoria fumigación, la parafernalia efectista con que nos obsequiaban los medios de comunicación prostituidos por 137 millones de euros, robados a los ciudadanos, sometidos rastreramente a un latrocinio de presión fiscal. Fumigaciones desde la primera ola que luego se quedan en el tintero, porque mentir con tal calibre de insidia conlleva prestar atención a demasiados detalles.
Diagnóstico Covid sin autopsias, todo Covid con tratamientos errados. Luego la vacuna mortal de cuyos efectos nada dicen los cómplices de la caja tonta convertida en criminal. Malnacidos que siguen estafando y creando los miedos para llevar a la población, sumisamente, a su propia desintegración moral.
Ignacio Fernández Candela.