
Pedro Sánchez prometió que estas serían “las Navidades de la recuperación”, justo antes de que el vendaval ómicron impulsara con fuerza una sexta ola de la pandemia en España que amenaza su pronóstico. Pero el presidente del Gobierno se aferra a la estrategia de “vacunación y prevención”, y rechaza impulsar restricciones severas a la movilidad ciudadana o que trunquen la reactivación económica y del consumo, pese a la demanda de contundencia del catalán Pere Aragonès.
Ya a primera hora de la mañana, en el Congreso, Sánchez rechazó los “vaticinios agoreros” que reprochó al líder del Partido Popular, Pablo Casado. “España ha resistido, no se ha rendido y está avanzando”, resaltó. Y alegó que el 90% de la población recibió ya la pauta completa de la vacuna –“una cifra formidable”–, para descartar restricciones duras: “Los padres y madres van a poder celebrar las Navidades con sus hijos, y los abuelos y abuelas con sus nietos”, afirmó ante un Casado que dibujó una España “conmocionada” por la virulencia de la sexta oleada de la pandemia.
“No estamos en marzo del 2020 ni en las Navidades del año pasado”, alega el jefe del Ejecutivo.
Ya por la tarde, en el Senado, Sánchez arrancó su intervención en la reunión telemática de la conferencia de presidentes autonómicos desplegando una batería de medidas de respuesta a la explosión ómicron, sin contemplar no obstante nuevas restricciones o confinamientos. Su principal anuncio fue que el Consejo de Ministros aprobará hoy un real decreto ley que volverá a establecer la obligatoriedad del uso de mascarillas en los espacios exteriores.
Sánchez aseguró que esta obligatoriedad de la mascarilla en el exterior generó “un amplísimo consenso” entre los presidentes, pese al rechazo de la madrileña Isabel Díaz Ayuso. Y señaló que habrá “salvedades” a la obligatoriedad, para la práctica deportiva y en espacios naturales y abiertos como el monte o la playa. La medida entrará en vigor mañana, día de Nochebuena, tras su publicación en el BOE, con un carácter temporal en función de la evolución de los contagios. “Se eliminará cuanto antes sea posible”, indicó.
Además, para intensificar y acelerar el proceso de vacunación, Sánchez anunció que vuelve a movilizar a las fuerzas armadas para que asuman labores de rastreo y se disponga de los hospitales de la red sanitaria militar para poner vacunas.
El presidente estableció nuevos objetivos “ambiciosos” de vacunación con la tercera dosis así como con las primeras y segundas pinchazos pediátricos, y también anunció el refuerzo de los recursos humanos, con la contratación de personal sanitario jubilado y prejubilado, y la habilitación para la contratación de profesionales con título de especialista obtenido fuera de la Unión Europea, además de un plan de acción en atención primaria y comunitaria, para aumentar el número de sanitarios disponibles y reducir la temporalidad por debajo del 8%, para lo que los presupuestos del Estado destinarán 292 millones de euros, la mayor parte transferidos a las comunidades autónomas.